lunes, 2 de marzo de 2009

Carlos Díaz Dufoo hijo

Laura Ramos y Gabriel Wolfson

En distintos medios, impresos y electrónicos, Christopher Domínguez presen­tó hace poco el texto que escribió como prólogo para la edición de Epigramas, de Carlos Díaz Dufoo hijo, a publicarse próximamente en Tumbona Ediciones. Domínguez se refiere a dicho libro como “un pequeño clásico del siglo XX me­xicano”, y no le falta razón. Es una grata noticia saber de la nueva puesta en circulación de Epigramas, un muy breve volumen que, ya sin aparato crítico y sin las precauciones de la contextualización, puede leerse con el mismo ce­lo y extrañeza que las Vidas imaginarias de Schwob, las prosas de Mace­do­nio Fernández o los aforismos de Karl Krauss. Como apunta Claudio Magris: “Quizá hoy más que nunca la historicidad, la función real de la literatura, se mide se­gún las fechas de lectura de los libros más que según las de su redacción. Los libros de nuestro presente son hoy los que nosotros leemos, en este presente nuestro, y no los que ahora se están escribiendo. La historia literaria de estos años se halla marcada ante todo por libros que han sido redescubiertos y recu­perados a modo de voces que responden a nuestras preguntas: los narrado­res de nuestro tiempo son Robert Walser o Musil, publicados de nuevo medio si­glo más tarde.”
En un caso como el de Díaz Dufoo hijo, cuyos escritos conocidos no reba­san las cien páginas, cualquier nuevo fragmento resulta un hallazgo sustancioso, y no tan sólo para satisfacer las manías del club de admiradores. Presen­ta­mos ahora dos textos, “Filosofía de la torre de marfil” y “Diálogos”, no men­cionados en ninguna de las fuentes que hacen referencia a su obra. El pri­mero apareció en La Antorcha. Seminario de la nueva generación, en el nú­me­ro 33 del 16 de mayo de 1925, justo en las primeras entregas que ya dirigió Samuel Ramos cuando su fundador, José Vasconcelos, ha salido al exilio. El segundo se publicó en agosto del mismo año en el número inicial de una nueva época de la revista, también bajo la dirección de Ramos, asistido por Eduar­do Colín, ahora llamada Antorcha. Revista Mexicana de Cultura Moderna, men­sual y ya no semanal. Vale subrayar que algunos párrafos de “Diálogos” son primeras versiones de fragmentos que más tarde Dufoo hijo incluirá en Epi­gramas. Junto a estos textos presentamos el ensayo “El entusiasmo y el heroísmo” (La Antorcha, primera época bajo la dirección de Vasconcelos, número 3, 18 de octubre de 1924), que si bien ha sido referido en algunas fuentes no se incorporó a las dos ediciones de la obra de Díaz Dufoo hijo: Epigramas y otros escritos (INBA, 1967) y Obras (Fondo de Cultura Económica, 1981, volumen que reúne también los textos de Ricardo Gómez Robelo). En los tres casos se ha modernizado la ortografía y corregido las erratas.
Carlos Díaz Dufoo hijo (1888-1932) publicó solamente un libro: Epi­gramas (París, 1927), edición que, hasta donde sabemos, estuvo al cuidado de Alfonso Reyes. El resto de su producción literaria consta de un ensayo, la reseña de un libro de Antonio Caso, cuatro diálogos (dedicados uno a Julio Torri, otro a Reyes, otro a Pedro Henríquez Ureña), una oración fúnebre y dos breves piezas teatrales, Temis municipal y El Barco, publicadas en la revista Contemporáneos. El Barco fue representada en 1934 en la cuarta tempora­da del Teatro de Orientación bajo la dirección de Celestino Gorostiza en el Teatro Hidalgo, con escenografía a cargo de Rufino Tamayo. Según Francis­co Monterde (en Bibliografía del teatro en México), en 1931 la Imprenta Mun­dial hizo una pequeña edición aparte, de 100 ejemplares, con dos dibujos de Carlos Obregón Santacilia. Temis municipal fue montada por Rodolfo Usigli en 1940.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y dónde están los textos que se presentan?
¿Hay algún link para acceder a ellos?