María Negroni
ALGO NUNCA VISTO
como cuando se dice a alguien
no te despiertes de mí
no me prohíbas
con tu razón traidora
y a bordo de un velero azul
aparecen de pronto
varias figuras retóricas
la anáfora de un beso
la catacresis de un llanto
y una linterna mágica
alumbra
la sinfonía del mundo
oro mudo
en la noche del pájaro
ESCRITURAS
el arte es una cosa mental
pero tus manos
alzadas
a lo invisible de mí
como si fueran sordas
al tacto
de lo que no tendremos
quisieron abrir un cauce
y así fuimos un río
y nos íbamos
de la boca a la boca
sin más expectativa
que todo
y hasta pudiera decirse
que una ciudad perdida
se asomó a tu dibujo
mientras los cuerpos volvían
a saber eso que ignoran
SIGUIENDO UN FUEGO
ahora
si puede decirse ahora
para esto
que siempre está pasando y vino
y encenderá la luz
a los costados de algo
que sería
vos
contra un paisaje
cada vez en su temblor
eternamente mi ciudad
que todavía no se supo
y sin embargo estoy cantando
a ese camino que me abrís
encandilada como una oscuridad
en otra oscuridad
EL JARDÍN DE LAS DELICIAS
érase una vez un jardín
o algo parecido a un jardín
donde la noche ocurría
sin ser vista
diríase un prólogo
de flores doradas
a un otoño
sin escritura
se sucederán los días de las niñas rojas
en sus canastas había un tintero
la muerte les puso pena sin despertarlas
cosas raras
de nunca amar
así es el sur
así el estilo de la ternura
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